Otra canción de amor

¡Maestro!

La inocencia de aquellos años no hacían prever en qué momento se podría estar en frente del amor de toda la vida. No se podría llegar a pensar que algo tan importante podía pasar por la vista a tan corta edad, incluso ni pensar que se podía seguir viéndola de la misma en la actualidad como en aquella época. Jodemos porque las cosas nos llegan tarde, pero también jodemos cuando nos llegan muy tempranamente. Pero seria preferible pasarse casi toda una vida esperando algo sabiendo que se va a aprovechar, a que venga en un momento en que no se tiene en cuenta la magnitud de lo que se desea, al llegar muy tempranamente, la ignorancia de lo que se desea, no permite medir las consecuencias de lo que poco a poco se va desaprovechando, hasta que se llega en un momento en que de nada servirá otra larga espera para obtener semejante premio.

Si bien cada encuentro significó una manera de acercarse mas hacia el cometido, de la misma manera, durante el encuentro, se iba desechando la oportunidad debido a que cada corazón se iba ocupando en otras cosas debido a la ceguera mutua que acompañaba el encuentro. Esa ceguera que no permitía ver con verdaderos ojos lo que se tenia en frente, de las sonrisas, de la guiñada del ojo, de los abrazos espontáneos al decir algo gracioso, entre tantas cosas que fueron tejiendo una telaraña muy sensible, pero que soportaría muchas cosas como la misma ligereza de cada uno de nosotros. 

El desconocimiento de los propios vicios hacia elevar a ese ser a unas instancias jamás pensadas, es a partir de ahí que volvemos a la persona, victima de nuestro afecto, en un ser incapaz de tener defecto alguno, lo que obviamente es imposible debido a nuestros propios desperfectos traídos de fabrica. En ocasiones se sienten como si no existieran, ni en uno y el otro, lo que inevitablemente hace entrar en los deseos que no existen, o que por lo menos no entran dentro de las propias posibilidades del ser, por la única sencilla razón de ser alguien incompleto y siempre presto a los juegos del deseo no pedido.

Igual pasó en aquellos años, y seguirá pasando, de deseo ciego e imperfecto, ese deseo cuya realización solo existe dentro de la imaginación y que testarudamente hace sentir vivas a las demás personas, aun sabiendo que es solo una ilusión, que es solo algo que sirve para mantener los pocos suspiros de vida que sea necesario tener para poder supervivir en el mar de frustraciones. 

Las imágenes narcisistas del objeto deseado también perpetúan el estancamiento de las relaciones con el otro, debido a que en gran parte de nuestra imagen es proyectada hacia quienes vemos como una extensión de nuestro propio ser y no le permitimos ser más allá de nuestros propios deseos e imagen. Inevitablemente, como la idea del eterno retorno, se vuelve otra vez al mismo punto de llegada, desde el deseo primitivo, de la pregunta sin respuesta y lo que es más grave aún es la ausencia misma de la pregunta. 

En ocasiones se pregunta sin saber que es lo que realmente se “quiere” oír del otro, esa ausencia de respuesta debida a la misma ausencia de curiosidad sobre el otro y de no poder hallar las respuestas en uno mismo.

Cosas sueltas.

Como ven, no soy de piedra.

Metí un poquito del discurso lacaniano.

No fue mi culpa.

Cada vez la inspiración me llega un fin de semana.

Que tristeza con el Júnior.

Pero si vuelvo a mis primeras imágenes, me volvería hincha de Millonarios.

La Fina/ La Margarina/ La preferida En La Mesa y Cocina/…Me pregunto, ¿Quién habrá compuesto ese hijueputa jingle?...me pone de mal humor.

Feliz Cumple Azabache………

Entregado 1000% a mi profesión.

Cada post será diferente….sentí estancamiento en algunos.

No volvería el blog personal…..prefiero cancelarlo.

Que se los coma la chica gomela.