Genocidiocitosis.

Para Muchos Es Una Desgracia Pensar Que Solo Estamos Compuestos De Esas Cosas.

Históricamente siempre ha habido perseguidos y perseguidores, a su vez que los perseguidos también persiguen y los perseguidores son perseguidos, parece un ciclo vicioso en el cual todos al final terminan siendo las pobres victimas inocentes, los angelitos que no matan una mosca cuando en realidad todos tienen la conciencia podrida y enferma de odio respecto a quienes pueden agredir, pero son angelitos cuando se sienten perseguidos y/o cuestionados.

Si uno revisa cuidadosamente la historia, casi todo, lo que se puede considerar “grupos sociales”, han sido victimas de discriminación, odio, hostigamiento, en fin todos han sufrido de manera desmedida en el universo. Todos se sienten abrumados, odiados, a su vez que hacen lo mismo con otras personas, pero al momento de hacer un análisis sobre las cosas que suceden se debe tener cierto cuidado debido a que la mayor parte que sufre de algún tipo de persecución siempre será inocente y todo aquel que diga o, incluso, piense lo contrario es tratado de la peor manera por quienes no se sienten apoyados en sus causas, por lo general ridículas, estupidas y violentas, y siempre se le tratará como el enemigo a vencer.

Es así como todos llegan a sufrir de genocidiocitosis, la cual se caracteriza por un sentimiento constante, por lo general infundado, de persecución y odio sobre el grupo al cual pertenezca o tenga cierta simpatía. Todos se sienten perseguidos, exterminados, acabados, entonces el sentimiento de lastima llega a un punto tan exacerbado que terminan causando en la demás personas una sensación de indulgencia sobre todo lo que determinadas personas hagan. Y vaya que funciona muy bien, debido a que ese sentimiento de indulgencia a nivel general justificaría y consentirían peores barbaries de los que determinadas personas se sientan “victimas”, entonces es muy importante sentirse la victima para poder justificar las futuras acciones (Gracias Agus por esa idea) que serán patrocinadas en mayor medida gracias al sensacionalismo y la exageración de la agresión, para que los muchos incautos caigan en la trampa de tratar como blancas palomas a quienes, perfectamente, pueden ser las peores aves de rapiña del reino animal.

Los arios, negros, católicos, judíos, musulmanes, latinos, europeos, científicos, escritores, librepensadores, hinduistas….y pare de contar, han mencionado ser las victimas, los perseguidos, los que se están acabando, y por ende, privando al mundo de su existencia. La violencia de todos grupos anteriores es ASQUEROSA Y MALDITA, hágala quien la haga, sea la puta religión o ideología que sea, lo he dicho varias veces que tanto la izquierda como la derecha son maldiciones imaginativas de quienes se sienten incapaces de vivir sin padres morales, de quienes necesiten permiso para hacer los peores vejámenes de la humanidad, nunca para hacer cosas de beneficio, si bien lo decía Blaise Pascal “Los hombres nunca cometen maldad tan alegre y completamente como cuando lo hacen desde la convicción religiosa”, aunque a lo anterior también cabria reemplazar la convicción religiosa por la política. Debido a que la religión garantizaría la “eternidad y perdón del alma” (hay que tener mucho miedo al no resucitar en algo para pensar eso), la convicción política garantiza el poder terrenal y la indulgencia debido a la noble causa a la cual contribuyo, manchando mas con sangre el mundo.

Los métodos que unos hacen para agredirlos son malos, pero cuando estos son perfeccionados para sus fines son ideales y justificados. Bajo esa premisa de hipocresía y falsedad se basa la política hoy en día, todos quienes retracten son enemigos o la palabra que ahora todo el mundo usa sin saber bien que significa como el término de Apatrida. Por eso insisto en que la diferencia entre la religión ya política es el objeto de adoración, pasan de un amigo imaginario que pretende que sea su papá, a una persona con carisma y poder en la tierra, pero el trasfondo es el mismo, miedo, inseguridad, necesidad de protección, se sentirse parte de algo para despotricar después con quienes no compartan su forma de pensar. Es el ciclo de la fe, como decía Nietzsche en el Anticristo “Toda virtud debe ser la propia invención de uno, la intima defensa y necesidad de uno”, pero lo anterior es peor visto que la forma genocida de los Nazis, El Ejercito de Israel, Al Qaeda entre muchos mas ejemplos sin descuidar a nuestros criminales, bien sean legítimos o no son violentos y usan, o usaron, tácticas criminales para infundar terror y ganar poder, y cuantos asesinos que se escudan, o escudaron, siempre bajo causas nobles para la humanidad.

Retomando la frase de Nietzsche, casi todo lo que puede ser “virtud” debe tener el visto bueno de alguien, la incapacidad de vivir en armonía sin censores personales o, en el más estólido de los casos, fantasmagóricos. Como de la misma manera resuelve diciendo en el Anticristo “La –Fe- es negarse a saber la verdad”, por la misma razón simple que en la fe todo es posible, incluso a sobrevivir al explotarse una bomba, a un disparo en la cabeza, o que a un niño tuerto le renazca un ojo….considero que la Fe debe soportar las anteriores pruebas. Debería ser mas importante respetar a las personas por lo que simplemente son, seres humanos, y no por las creencias o convicciones que tenga, ya eso no seria respeto sino temor a ser juzgado o malintencionado. De esta manera pues, se llega al triste final de una sociedad que siempre buscara sentirse la victima para convertirse en un peor victimario.

Cosas Sueltas.

Deuda Saldada.

Queda Claro que así “se mate para que otros vivan bien”, no deja ser un asesinato premeditado y con la sevicia del caso.

Las religiones deberían unir mas a los seres humanos, desafortunadamente sus propias vanidades se lo impiden.

Quien niegue el actual holocausto hacia el pueblo palestino, o la violencia y salvajismo de los mismos, le estaría dando la razón a Hitler o a Stalin, al fin y al cabo se parecen.

Si bien tenemos agresividad innata, hay quienes nunca han llegado a matar o hacer daño, simplemente por no tener permiso de un “ser supremo” para llevarlo a cabo o por simple consideración al otro.