Tus despertares llenos de incertidumbres.
Esperando un nuevo amanecer con tu bella mirada.
Queriendo secar la humedad de tus pesares.
Devolviéndole el brillo a una sombra en ti disfrazada.
Luego los rayos del sol rozando tus delicadas mejillas.
Iluminando tus iris delicados y tiernos.
Ahí en mis sombras es donde más brillas.
Apagando aquellos miedos que parecían eternos.
Dibujándote entre las nubes de un cielo estrellado.
Buscando formas insospechadas de sentimientos.
Pintando con los colores en un ocaso deseado.
En el lienzo de tu piel bellos presentimientos.
Duermes tranquila lejos de saber la verdad.
Aquella que reposa en mi prosa.
De la cual ante ti no he tenido total sinceridad.
Deseando poder darte en palabras una rosa.
Mirándote en una lejanía del tiempo distante.
Pensándote en un devenir en el reflejo lunar.
Donde la rima reposa sin despertarte.
Cantándote las letras a tu despertar.
Oscuridad al cerrar tus en la madrugada.
Claridad en la divagación disparatada.
Claroscuro en un suspiro dedicado a te despertada.
Tinieblas al decir aquello que puede dejarte alterada.
Nunca había repetido tantos sueños contigo.
Despertándome en la nada de tu ausencia.
Esperando que el viento te traiga conmigo.
Para poder saborear en tus labios la más bella delicia.
Incandescente reflejo en la canción de tus palabras.
Expresadas bajo el silencio de tus miradas calladas.
Poniendo a una azarosa casualidad a elegir.
Entre tenerte en mis brazos o dejarte ir.
Callada te espero en el atardecer.
Dejando los secretos escritos.
Imaginando tú desespero sin desfallecer.
De poder estar en tus suspiros.
Ahora duermo sin saber que te soñaré.
En la luna dibujo tu tierna mirada.
En las estrellas estaré.
Despertando aquello que aún está en la nada.
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