Música y Amores Clandestinos

Siguiendo el ejemplo de La Encargada, ayer salí de noche y al venirme, le metí conversación al taxista, no suelo hacerlo debido a que en la mayoría de los casos, el nivel etílico me anula el habla y a duras penas quedo con la orientación suficiente para saber si me están llevado realmente a mi casa y no para hacerme el paseo millonario. Venia saliendo de un bar donde ponen pura música ochentera y noventera, lugar propicio para recordar los viejos tiempos, donde los que nacimos antes de 1984 sentimos que ya no somos unos adolescentes perniciosos por mas que el mismo lugar se encarga de recordárselo a uno a cada momento. Entre la propaganda de la Mujer Biónica, recordaba lo que esa mujer me hacia sentir a mis tiernos 6 años, de cómo odiaba esa serie llamada Blanco y Negro, de esas idas a la casa de mi tía para ver los mismos programas de siempre de aquellos domingos ochenteros y comienzos de los noventas.

Entrando en materia, mientras sonaba en el taxi a todo volumen una canción de El General llamada Rica y Apretadita, sé que si en 1994, año en que pegó la canción, tuviera la edad actual esa canción me pareciera asquerosa y pésima, pero no, esa canción me trae buenos recuerdos cuando estaba empezando el bachillerato y, por valor nostálgico, la escucho por voluntad propia de vez en cuando. Eran esas épocas de las credenciales, de la letra Timoteo, de las fiestecitas en las cuales uno esperaba ver a la niña que le gustaba a uno sin el uniforme del colegio, de los “trabajos” en grupo un sábado a las 3 de la tarde, entre un sinnúmero de excusas inventadas solo para sentirnos adultos por un rato, en cambio en ese bar solo quiero, en ocasiones, sentirme otra vez como un niño o un adolescente, pero ajá, asi es la vida. El taxista me comentaba que en la actualidad tiene 35 años, o sea cuando pego la canción tenia 22, y aún así decía lo chévere que uno se la pasaba en una fiesta donde ponían esa canción, solo que el hacia otras cosas diferentes a las mías por aquel tiempo.

No solo la canción del General me traía esos recuerdos, también de aquellos grupos colombianos que alcanzaron a tener cierta notoriedad en los 90´s, hace poco escuché esa canción llamada Hace Calor de los Luna Verde, cuando Carolina Sabino estaba buena y el idiota de Jorge Cárdenas no se había operado sus elefantescas orejas, esa canción me recuerda las vacaciones de junio del año 94, también las posteriores que se pusieron de moda en algún momento en que mi cabeza estuviera empeliculada pensando en alguien en especial, tales cómo Zoom de Soda en el año 95, Mmmbop de Hanson del año 97, glorioso año 97, entre otras que, si bien algunas me gustaban y otras no, se metieron en esos momentos, bien sea por gusto propio o porque a la pretendida les gustaban dichas canciones, por ejemplo; Me Enamoro De Ti de Fey, entre otros grupos cuyas canciones entraron por inercia a mi cabeza y que solo sirven para empujar aquellas épocas de enamoramientos clandestinos debido a la posterior boleteada.

A pesar que en el colegio donde estudié el bachillerato nunca hubo una fémina que me hubiera encantado por su belleza, no voy a mentir pero al menos desde mis gustos, en ese colegio no estudió ninguna mujer bonita o que al menos para mis gustos lo fuera. Mas sin embargo, eso no era excusa para dirigir la atención hacía otras chicuelas que desviaban mi atención y posteriormente las tácticas de cortejo, mas no, en ese momento, de apareamiento hacían su aparición después de sufrir incontrolables mareos, nauseas y posteriormente los empeliculamientos propios de la edad, que hacían, por un momento, echar atrás el ímpetu de conquista y posteriormente la salidita inocente a escondidas de todo el mundo para evitar la consabida montadera de colegio. Por eso, muchos de esos amores se escondían en las canciones que estuvieran de moda, nos gustasen o no, en las libretas, en los chismografos, y todas esas cosas, cuando vuelven a la vida de uno, recobran esa magia de aquellos años, que afortunadamente nunca van a volver, y que de vez en cuando nos miramos aquellos que no cambiamos tan radicalmente nuestra forma de ser, y seguimos en nuestro trasegar por la vida, evitando a toda costa ser lo que de niños y adolescentes odiábamos de los adultos.

Pdta: A pesar del Auge de Reggaeton, eso es algo que esta dentro de mi voluntad ir a un lugar donde lo pongan, pero en ese entonces la mayoría de esas canciones las escuchaba por razones ajenas a mi voluntad, solo por pasarla bien….además ¡Ya no tengo 13 años!. La foto de Hanson es ilustrativa por la epoca.