¿Cuanto Durará?

Tengo la virtud, o defecto, de tener conciencia desde hace casi veinte años hasta nuestros días, recuerdo perfectamente el torbellino político del proceso 8000, de la infiltración del narcotráfico en la democracia del país, del atentado a Cancino, en ese entonces abogado del presidente de turno, y de todo ese escándalo que estuvo por tumbar a un presidente, de la defensa acérrima y escudera de Serpa. Todas esas cosas no se me olvidan, como tampoco se me olvidan las intervenciones de Ingrid en ese entonces, duras, obviamente eso en Colombia es sumamente grave estar en contra de un presidente, recuerdo también lo que decía la gente en ese entonces sobre Ingrid, “Vieja sapa”, “Deberían matarla a ver si con eso se calla”, debido a que sus criticas al gobierno eran mas mordaces que las que actualmente hacen Piedad, Petro, Gaviria, eso no se me olvida, mucha gente la despreciaba. No se olvida.

Con la tragedia de su secuestro, lamentable así ella, como dicen algunos “se lo buscó”, siempre dándole la razón al victimario, de la misma manera cuando asesinan a alguien “algo habrá hecho”, esa costumbre muy nuestra de siempre estar de acuerdo con los asesinos, buscándole cierta justificación a las peores atrocidades de la humanidad, para estar de acuerdo con las demás personas. Fue secuestrada por, supuestamente, los defensores de un estado mas justo, mas equitativo, que payasada tan grande de esos matones querer gobernar desde una ideología asesina y despiadada como lo es el comunismo de talante Marxista-Leninista, obviamente tampoco es que el estado esté formado desde la honradez y la decencia, sino que esta segunda forma de delincuencia es mas socialmente aceptada que la primera, el punto no es ese.

El punto es que, cuando Ingrid vuelva a ser protagonista de la escena política del país, cuando sepa las deficiencias tan graves en la institucionalidad del país, cuando se entere de quien estuvo en manos el país desde algunas instancias, como el DAS por ejemplo, ella tendrá que quedarse callada, no podría criticar absolutamente sobre nada, ni de la calamidad del agro en la actualidad. No, tal vez tenga el derecho de hacerlo desde su calidad de política, pero deberá tener cuidado de no criticar absolutamente nada del gobierno de turno, ¿La razón?, tan simple como obvia, los apelativos de ingrata, malagradecida, se hubiera quedado secuestrada, la hubiesen matado, saldrían de manera automática de los habitantes del país. Conozco perfectamente el funcionamiento de la mente, más bien de la lengua, del colombiano promedio, tan predecible que no es necesario gastarle mucho tiempo para poder comprenderlo, ni ser siquiera un erudito de nada, es simplemente seguir un orden de ideas para entenderlo bajo dos puntos básicos y sencillos. El primero es que Ingrid se volvió un trofeo del gobierno de turno, por lo tanto se le debe mucha de su popularidad, por tanto eso debe condicionarla a apoyar todo. El segundo punto es que desde la forma en que los colombianos son tan volubles, tan cambiantes, que se dejan llevar por cualquier boom mediático, aprovechara para echarle en la cara a Ingrid los esfuerzos que hizo este gobierno, hasta el momento nada comprueba lo contrario, para liberarla y recriminarle su actitud de ingratitud al momento en que al menos llegase a criticarle o cuestionarle algo al presente gobierno. Ya verán, ya verán.

Obviamente, el futuro es incierto, no se sabe como terminará esto, esperar que después la gente le coga fastidio, como ya he logrado percibir últimamente por las noticias del rescate, debido a que “ya está bueno de esa vieja”, tanta incomodidad le genera a las personas la libertad de otra, una libertad que fue ganado con tristeza, sufrimiento, entre otras cosas. Pues, habría que esperar como termina todo, tal vez no le queden ganas de meterse mas en política, por lo menos en Colombia, no se sabe, o quien sabe. Lo cierto es que un estado debe proveerle la libertad a sus habitantes, indistintamente de su forma de pensar o postura política, eso dice la constitución que he leído desde mis once años, pero otra cosa es la realidad que ha venido al país desde hace mucho tiempo atrás. Pero ante la nueva concepción de hombre-estado, un ataque o critica personal a una persona en particular se ha convertido en un ataque a toda una nación y democracia, solo en lo malo, ya en lo bueno cada quien saca su propio color y olvidado todo lo de atrás, y felices todos. Amanecerá y veremos. Tal vez al criticar algo la convertirían en cómplice de sus victimarios.

Cosas Sueltas.

Esta noticia me hizo publicarlo enseguida, esta escrito desde el domingo por la mañana.