lunes, 30 de agosto de 2010

Por ahí

Diosa anónima, ¿Donde estas que no te encuentro?
Si eres una fantasía, te acogeré válidamente entre el humo de la noche.
Si eres una realidad, déjame acogerte en la incertidumbre.
Porque es tu ansiedad la causante de la pesadumbre.
Dejaré que hoy duermas entre la angustia de la luna.
Al despertar solo verás las miradas que te ignoran.
Solo deseo, nada siento.

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