Catarsis Purgativa: Lágrimas pendientes..

Tibiamente, en la oscuridad de la almohada, caen de forma tímida dos lágrimas tardías, que salieron después de tiempo, que llegaron tarde a un encuentro con el propio ser, con aquel que no siempre sale a la luz, que en la oscuridad de sus pensamientos solo aparece a forma de idea, a forma de sueño y en el peor de los casos, en forma de deseo. No era fácil volver a sentir el frío en los pómulos y luego el corrientazo en los labios, que podría presagiar una cascada aun mayor de sentimientos atorados e ideas desvanecidas con el tiempo. Sólo quedaba la soledad, donde realmente vemos quienes somos, porque ante el otro solo somos parte de una expectativa, de algo que se espera de la persona, dulcemente condenándola a un momento mágico sin sentirse presionado, pero que sin embargo ese encuentro significa reencontrarse con una historia que se complementa, con la cual volar, volar sin alas, volar sin plumas....volar con lágrimas, que al igual como las alas de Ícaro pueden correr el riesgo de ser derretidas por el sol como castigo al querer ser libre en plenitud.

No se sabe si esas lágrimas se quedan debiendo, quizá sí, porque esas lágrimas iban a ser las testigos etéreas de un momento fugaz, pero que al igual como los pasos de los cometas iban a dejar una huella en las arenas movedizas del pensamiento, pero que a pesar de la atemporalidad de las mismas se encuentran relacionadas con el momento vivido. O tal vez no, porque pudieron ser espontáneas, pero no fue así, era algo que pedía a gritos, siendo esos gritos traducidos en insomnios, vicios, desconectar el pensamiento y mandar de vacaciones a los sentimientos donde radica el deseo del otro.

Por eso son encuentros....donde las palabras dejan de fluir en un océano de bytes, para fluir dentro de una corriente de viento, que como los papelitos viajan de manera intempestiva, pero algunos papelitos quedan atrapados en corrientes, que los mueven, los pellizcan con una mirada expresiva....y eso precisamente conforma el libreto entropico de la existencia.

Ahora....Dime cuando te las pago, porque si bien no tienen precio, si están cargadas de valor, solo para mostrar que las palabras no son en vano, que hicieron eco, que aún se oye en la soledad del abraso de la sabana, y en la quietud de la almohada, que entre lagañas, saliva y lágrimas ve entrar por la ventana cada amanecer un sol que ilumina el andar...que al igual que la luna, es espectador del descubrimiento interior que poco a poco se hace de uno mismo.