martes, 23 de agosto de 2011

Martes por la noche.

Una flor.

Nace con una semilla, la cual es un latido de tu corazón.
Empieza a florecer con tu mirada.
Retoña cada pétalo con una canción.
Porque siempre siempre vuelve mas bella y entonada.

Así eres tu, la flor mas bella de una eternidad.
Aquella que es de seda en su textura.
Aquella que muestra ternura.
Y que siempre estará iluminando donde quiera que vaya mi alma.

Una estrella.

Mirando al firmamento, veo su inmensidad, veo también su luminosidad.
Son sus ojos, en los cuales me dejaría perder por completo.
Lo que antes eran tinieblas, ahora es una hermosa claridad.
Ahora lo que siento es lo que he soñado estando despierto.

Los Dos.

Unidos en las palabras, unidos en las almas, la luna sabe que espera.
Dos latidos a distancia, un solo recorrido, un solo final.
Todo se junta, los planetas se alinean, ocurre un destello cósmico en la atmósfera.
No buscamos las palabras, son los sentimientos quienes nos buscan, sin nosotros ellos no existen.

Tu bello altar, al cual pido perdón al visitar, queriendo solamente amar.
Es tu sonrisa de niña noble la que me hace suspirar.
Es el vaivén de tu cabello cuando la brisa juega con el.
Deseando ser yo el sol que te ilumine al despertar.

Y tu, solamente tu en la emoción, del momento justo, en que aparecimos en nuestras vidas.

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