miércoles, 21 de diciembre de 2011

Medio personal


Tenía hace muchos meses esta idea en mente, pero ya no quiero dar más rodeos y sencillamente la haré, dicen que la peor diligencia es la que no se hace.

Al igual que mis padres y hermanos lo saben, lo hago público ahora, soy un músico frustrado. A los 16 mi papá me compró una guitarra porque se lo pedí expresamente, no pasaron más de 10 días cuando la tuve en mis manos, y vaya cosa, aun con profesor particular sencillamente no di pie con bola, sencillamente eso no es lo mío, de ahí dejé de decir que tal música sea mala, sino que sencillamente no me gusta, alguien que sea incapaz de crear algo no tiene moral de juzgar lo que otros si puedan hacer.

Pero ese no es el caso, o tal vez si, se componer rimas, versos, canciones desde que tengo como 9 años. Lo hice siempre escondido, no se le podía pedir ser extrovertido a un tartamudito que iba por las tardes a terapia de fonoaudiología, psicología y fisioterapia para tratar la tartamudez. Pero justamente en esas idas al hospital que hacía yo solo a pie, a veces acompañado de mi mamá, me ponía a pensar en que cosas escribir, cosas que me inspiraban, recuerdo que una vez le compuse  algo a unos pajaritos que una vez me encontré llegando del hospital, realmente era y creo que sigo siendo muy introvertido en ese sentido, no sé hasta qué punto sea una virtud o un defecto, no me pongo a comprar costo-beneficio en ese sentido, y creo no estar en edad de hacerlo.

Conforme fui creciendo, un papel y una hoja era mi diversión, siempre me ha gustado acostarme tarde, y eso lo saben muy bien en casa, igual cuando estaba en universidad y me levantaba a las 5am, a veces me acostaba a las 3am o lo hacía en cuanto sentía que ya alguien se había levantado, eran épocas de mucha inspiración...realmente detesto dormir. Y a pesar de ser muy consciente de que la vida no me alcanzará para escribir y publicar esas cosas que realmente quiero, lo sé, y es inevitable. Por ejemplo, algunas  noticias que oía por la radio en mi niñez sobre algunas cosas, realmente no las olvido, porque la vida no solo me premió siendo tartamudo, sino también hipermnésico. Digamos que no he gozado nunca de una salud mental medianamente estable, lo que justamente hace escribir de manera indiscriminada, creo que es una compensación psicológica ante la incapacidad de hablar fluidamente como ya no me interesa hacer.

Historias e histerias, eso básicamente es mi inspiración, me di cuenta realmente que podía desarrollar cierto talento cuando en épocas de universidad, algunos profesores me hacían ver cómo le ponía prosa hasta a cosas tan literariamente aburridoras como los métodos de investigación. Pero lo que realmente me dio una luz, fue en una clase de psicopatología en el hospital mental, cuando de una manera poco cortés me dijeron "Te pedí una historia clínica, no una novela" bingo, si ella pensó que era un regaño académico, para mí fue todo un halago personal, caramba, me sentía por primera vez respaldado, como quien dice...este es tu primer paso para meterte de cabeza, empezando con leer demasiado, y más agarré el vicio de la lectura.

Empecé poco a poco a descuidar las lecturas académicas, me importaba más Borges que Skinner, mas Proust que Bandura, de ahí que el psicoanálisis más que disciplina, es literatura, de ahí que se puede leer a Freud desde la psicología y desde la literatura, tomando su obra, en palabras de Borges....como una novela pornográfica de ciencia ficción. No me considero ni siquiera escritor aficionado, ni se si llegaré a serlo, tengo mucha edad para pensar que no puedo, y realmente poca edad para pensar en que puedo. Paradojas de la vida.

En sí, no escribí sobre lo que tenía en mente, los recuerdos siempre me vencen y el futuro me invita a dejarme llevar. 

1 comentario:

marifer dijo...

Leí varios y créeme que no podía dejar de leerlos, es muy bello todo esto que escribes, un abrazo!