jueves, 31 de enero de 2013

Caminata nocturna


Caminé, me fui y volví.
Me quedé, no fui, regresé.
Te pensé, te sentí, te retuve.
No te olvido, te recuerdo, te anhelo.
La brisa mueve aquello lo que la emoción no quiere.
Sentimiento de las estrellas, que conforman un tejido.
Brillantes, opacada por las nubes.
Robándole al viento un suspiro a tu corazón.
Desvanezco, me desaparezco, aparezco y me quedo.
No me diluyo, me quedo estático, vueltas sobre ti.
Voy contigo, me voy de ti, me quedo por ahí.
Por ahí en tu mirada, en tu sonrisa, en tus pensamientos.
Viajo en círculos en tu pelo, caída libre como la noche.
Ojos que cambian, miradas que se fijan.
Miradas que se roban, sentimientos que no se compran.
Canciones que vienen y se quedan, recuerdos que se van.
Olvidos que regresan, presencias sospechosas.
Vuelvo al punto donde partí, estás tú.
Me voy de donde no quiero volver, estás tú.
Regreso y eres tú.
Me voy y estás tú.
Estás tú y no me voy.
Dos pasos adelante, uno atrás.
Que sean seguros los de atrás para seguir de largo.
Evitar el círculo, poder avanzar.
Avanzar y luego volar.
Regreso a la noche y no me fui.
Siempre me quedé
Caminando sobre tus recuerdos.

¿Recuerdas que dije que daría una vuelta por la noche? De allá vengo, por tanto siempre estuve a tu lado.

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