Sumernage

El cansancio de la espera, las ilusiones intactas hacen esperar más de la cuenta hacen soñar mundos nunca antes pensados, nunca antes vividos, la ausencia de temporalidad nos abraza con su mano de seda y nos acaricia las pupilas de los ojos en señal de muerte y desaparición. Tal vez lo que nos gusta nunca lo sabremos, estaremos sujetos a nuestros deseos y desesperaciones, mientras el final de la percepción nos llega a invitarnos a la nada absoluta.

Tu mirada permanece ahí, justo donde la vi por ultima vez, recordándome cada día tu ausencia dentro de mis pensamientos, de mi lugar en tu mundo y del tuyo en el mío, en tu mundo solo hay sombras, emociones extremas, llantos sin terminar. En el mío hay razón, abuso de racionalidad, convicciones susceptibles de acabarse y empezar otras de nuevo, sumergirme en la naftalina de las hojas que producen cada vez más conocimientos sobre nuestro pasado ancestral, el cual estaremos a repetir a menos de no saber de donde venimos. Al igual que el cuadro de Magritte, de esa manera nos vemos, sin saber quienes somos, amando solo nuestra imagen proyectada en el agua de los ojos de la otra persona, buscando morirnos ahogados en la mirada del otro, al igual que narciso nos quedamos embelezados no por los ojos que nos miran, sino por la forma en que nos miramos en los ojos de quienes lo hacen, entramos a esa enorme laguna de deseos y pasiones en la cual nadamos sin nunca poder encontrar una orilla para vernos desde nuestros propios ojos.

La líneas que se desvanecen cada vez que respiramos, son las que conforman el camino hacia nuestro propio encuentro con el deseo que respiras en tu ser, son mis deseos en los tuyos y los tuyos en los míos, por eso no deseamos al otro, nos deseamos nosotros mismos en cada quien que nos hace objeto de su propio deseo, ese otro que solo existe en una simple mirada dándole una existencia inocua que nos hace cada vez mas frustrarnos en nuestras propias necesidades de sentir que deseamos en vez de ser deseados. El ser deseados nos conlleva a ser solo una ilusión del otro, mientras el desear nos hace convertir a ese otro en nuestra ilusión, no se que será peor si lo uno o lo otro.

Nuestra propia historia nos hace quedar cada vez más en un absolutismo de nuestras propias posibilidades, lo que nos impide ver nuestras fallas convirtiéndolas en oportunidades, volviéndolas algo superfluo siempre a la espera de tan anhelada recompensa de eternidad, de esa recompensa que hace valer todo sacrificio, incluso en vano, pero hay quienes somos humanos, demasiados humanos, parafraseando a Nietzsche, solo un humano que debe sacar fuerzas de donde no las tiene para poder sentirse un ser por encima de los demás y sacar las garras y caer en el colmo del nihilismo y el ser iconoclasta al extremo de dudar de la propia sombra de uno. Es un delirio colectivo, préstame un delirio, una alucinación, un lugar donde pueda verte y sentirte de manera tan real que no me importaría pasar una vida viendo, sintiendo algo que no existe fuera de mí, sino que hace parte de mi propio repertorio de pensamiento interior, lo cual realmente hace parte de mí y no la sensaciones impuestas por las circunstancias de la vida.

Cosas Sueltas.

Más de diez días sin postear.

A veces quiero leer todo el día sin descansar.

Rara vez que se me vienen esas cosas a la cabeza.

Cómo siempre pensando en vainas raras.

Estoy en un estado de cansancio extremo.

Lo que daría por volverte a ver.

A quien quiero engañar….soy el colmo de ser iconoclasta.

Pdta

NO estaba drogado al momento de escribir esto.

Hasta que al fin tengo un tiempo libre.

Gracias por el apoyo a Atsui y Don Ramón.