La luna la molestaba, no quería ser una selenita, añoraba mas ese sol de los ojos que la deseaban.Esa carta, escrita con su propias lágrimas, tinta indeleble, de ese cántaro lleno de melancolía. Elegir entre dormir y soñar, el despertar le quita la pesadez del alma, pero siente que es mucha recompensa para ella.
Esperar mientras llega la soledad, que le haga espantar la tristeza de esa compañía que la lastima con cada beso. Verónica no tuvo mitades, siempre fue un todo en soledad, en sus partes diseminadas por sus recuerdos de niña.
Rota con los pedazos de viejos corazones, que se unen en un híbrido de viejas desilusiones y atardeceres rojizos.Muchos daños en pocos años, y muchos años mas para olvidar aquellos daños.Su risa solo le movía el cabello a su amado, era solo una tenue brisa.
El amor estaba en el sombra, en el objeto que tapa su deseo y reflejaba unas amarguras en su ventana.
Aquel pájaro, que en sus alas escondía aquellas notas, de una melodía que solo en sus fantasías le susurraban al oído.El tiempo era un vacío, los segundos que no volvían se transformaban en horas tratando de olvidarlo.Aquella cárcel era su libertad, sentía seguridad en sus miedos, ahí era quien soñaba ser, una presa de su propia fatalidad.
La tumba de sus sentimientos, adornada con una lapida tenuemente tallada, que solamente decía....te extraño.
.......... Salido de intercambiar tweets con alguien con la canción "Media verónica" de Andrés Calamaro.
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