Bella y delicada mujer de la lluvia.
Dibujando tu silueta en la arena.
viendo como la brisa te movía.
Mientras que en mis sueños estas ajena.
En tus ojos se esconden las palabras.
Que de tu boca se escapan lentamente.
Ahora tus pupilas son las dueñas.
De un sueño loco durmiente.
Tu cuerpo es quien habla y calla.
Tu alma es la que guarda.
Aquello que dibuja en la playa.
Lo que el pasado tiene en su espalda.
Las gotas del cielo como un sentimiento.
Dibujando nostalgia en una ventana.
Volviéndose suspiro de momento.
Mientras esperas una nueva mañana.
Tu silencio son gritos en mis sueños trasnochados.
Llevando tu imagen junto al mar en el ocaso.
Callando mi ansiedad con tus ojos callados.
Trayendo en un sosiego, un ligero descanso.
Mis sueños interpretando tu silencio.
Vaya osadía nocturna.
La realidad siendo un breve espacio.
De unas palabras llenas de ternura.
Locura atemporal en tu mirada.
Perdiéndome en una racional nada.
Dibujando unos sentimientos en las nubes tardías.
De un atardecer, sin ver que te despedías.
Que tu silencio es dueño de mis palabras.
Que aquello que callas es el eco de mis sueños.
Que solo me queda despertar todas las mañanas.
Queriendo de nuevo traerte de nuevo en el día.
Para caer de nuevo en tus señuelos.
Ahora solo queda lo dicho, callar lo hecho.
Silenciando el pasado, gritando el mañana.
Guardando en los secretos de una sabana.
Aquello que me permita seguir soñandote.
Y solo me quedo pensándote.
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