sábado, 19 de noviembre de 2011

Mujer Carta 1

A quien corresponda.

¿Con que sueñas? Lamento informarte que tus padres te engañaron cuando eras niña, ahora sabes que la felicidad eterna solo existen en libros cuando la princesa de casa, lo que no te muestran es ver que pasa después de la boda, no te contaron sus embarazos, la gordura que sufrieron, las infidelidades de su príncipe, por eso has asumido el amor como un fin y no como el comienzo de una vida. Por eso maldices a los dos días en que te dicen que sí, porque creíste que el beso de tu anhelado príncipe bastaba, tienes que reconocer que te supiste comer muy bien ese cuento, y que mas que una princesa siempre terminas como la bruja, mendigando amor a alguien que sencillamente no te lo volverá a dar.

Lamento informarte que te creíste el cuento del disponer, siendo solamente como una maquina dispensadora de dulces, a la cual hay que meterle una moneda para que funcione, porque te dijeron que el hombre es quien dispone (mete la moneda) y la mujer dispone (da el caramelo), te trataron como un objeto de compra-venta afectiva, y al parecer no te has dado cuenta o simplemente eres feliz con serlo. Ni hablar de aquellos detalles, porque desde tu mas tierna infancia ya te tocaba hacer de mamá, al menos para que a la muñeca no se le cayera su estéril cabello de la cabeza, donde te tocaba desde ya atender a un posible marido y a sus amigos, siempre estuve en desacuerdo con que te colocaran esa carga, pero tu sonriente la aceptabas, mas que aceptarla, parecías mas bien resignada.

Te hicieron princesa en un pantano hostil, donde quien mas te de la corona, será quien te la adorne con golpes e indiferencia, mira a la reina que era usada como pera de boxeo, pero era admirada solo por ser una princesa inventada, viviendo con el ogro, o, en el peor de los casos, siendo ella el ogro. Definitivamente te engañaron desde muy niña, porque debes reconocer que de tus errores se alimentan tus amigas para consolarse ellas mismas y para disimuladamente burlarse de ti a tus espaldas, pero tu ingenuamente lo asumes como que te tienen envidia, y créeme, no te envidian, solo te tienen lastima, porque ellas saben que están menos peor que tu.

Pero no todo está perdido, princesa, recuerda que te enseñaron desde muy niña que el amor debe doler para que realmente sea amor, imaginabas feliz a tu mamá viendo la vida que le daba tu papá, pero está bien, asumías que ese era el camino, la razón de ser del amor. Creo que mal te juzgan, aprendiste que el abandono era cariño, que la indiferencia era comunicación y que los celos eran muestra de verdadero amor, el problema no es que sufras al ser juzgada, sino que sufres por ese aprendizaje que asumiste como la verdad de la vida, en el fondo solo fuiste una ficha mas de dominó en el eterno camino de la sumisión.

Por eso vives el excesivo cariño en soledad, de tantas palabras indiferentes y encarcelada por un amor desmedido, de ahí de la forma en que te enseñaron, porque ni la princesa de tu cuento, ni la bruja de tu casa supo realmente mostrarte como es realmente el mundo.

Que tengas linda noche, tendré mas cartas para ti.

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