Estático ante el destello de tus pupilas.
Dinámicos latidos que aparecen.
Fuerza que me impulsa a admirarlas.
Bajo la noche inerte donde adormeces.
Buscándote bajo una estrella diurna.
Arropado en un tenue rayo solar.
Esperando verte fumando y taciturna.
Mientras busco la forma perfecta de besar.
Ahora en frente de tus trémulos labios.
Mientras suena una vieja melodía.
Se posan de forma carmesí y tibios.
Aquellos que hagan eterno este día.
Azucarados ojos de armonía celestial.
Cuyas nubes son tu sabana de madrugada.
La luna te acompaña sin vacilar.
Esperándote ansiosamente despertada.
En una espiral tóxica te encuentro.
Mientras te pierdes en la sombra.
Uniendo el placer del sentimiento.
Mientras que el desearte ya no me asombra.
El deseo se apodera de la prosa.
Del amor sueño alucinado.
De tu piel como una rosa.
De tu cabello por mi acariciado.
De tus despedidas de melancolía.
De mi espera nostalgia.
Al recibirte mi corazón sonreía.
Para mi llegar, tu alma es mi guía.
Como frágil muñeca de porcelana.
Que tiene su alma de acero.
Tibiamente te toco en la mañana.
Y poder sentirte que en ti me muero.
Que de tu piel respiro.
De tus ojos me pierdo.
Con tus palabras me rindo.
Para poder tener un suspiro.
Eres tu en mi agonía.
Eres tu en mi alegría.
Haciendo de tu voz una sinfonía.
Que calma de mi tristeza.
Su agitada algarabía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario