jueves, 8 de noviembre de 2012

Neomedioevo

Vivimos otra edad media...la cual no es la misma del cristianismo que quemaba a todo aquel que se oponía a sus errores, ahora estamos bajo la tiranía según la cual personas sentadas frente a un computador y chateando en redes sociales se creen con el poder de cambiar el mundo, usando el mismo método medieval de la persecución y odio a quien se oponga a ese estilo. Podría sonar irónico que alguien que use las redes sociales las critique, pero el asunto no pasa por decir que sean inútiles  sino que depende el uso que se le den a las mismas. Ejemplo, yo soy psicólogo y a veces critico la forma en la cual esta se emplea para tremendas estupideces, como pretender cambiar la orientación sexual de un homosexual, ni dejo de ser psicólogo por criticar eso, ni mucho menos digo que no sirva la psicología  me remito al hecho cuando determinada cosa cae en las manos equivocadas y en su nombre se cometan garrafales errores. 

Casos risibles los que se observan en honor de lo simbólico ¿Sabrán aquellos que para que se de lo simbólico se necesita pasar por un real y un imaginario? ¿Distinguen entre simbólico e imaginario? ¿Saben que para que se de un símbolo debe partir de un tangible que pase por un proceso interpretativo? ahí es donde veo un grave problema en estos tiempos en los que la biblia del medioevo fue desplazada por las redes sociales, en las cuales se asume que ahí radica toda la verdad de una sociedad, del mundo y de como este funciona. ¿Que conlleva a eso? trae problemas de comunicación entre las personas, porque entonces se asume que la única existencia es la de una persona chateando, dejemos el eufemismo de ser usuario en una red social...ahí solo se chatea. 

Tal vez muchos piensen que las respuestas a un mundo cada vez más caótico estén en una red social, en aquellos que desde la comodidad de un escritorio dicen que es correcto y que no lo es, incluso dicen cuales son las cosas que deben dar rabia, cuales alegría, cuales las importantes, cuales las menos importantes, así como los papas durante el medioevo en toda Europa. Esa actitud tiránica no sería posible sin aquellos que le hagan eco a esas voces débiles ante la dureza e inmensidad de la realidad, es justamente quienes acolitan los que terminan creando monstruos, tal como la ceguera durante la edad media, que le daba mucho más poder a las instituciones para que desde el poder dispusieran su criterio, tal cual sucede ahora con esa sobrevaloración que existen sobre las redes sociales. 

Puede haber hechos que me hagan tragar todas y cada una de las palabras que acá he dicho, tal como movimientos de carácter social en otros países o en el caso donde vivo la marcha contra las Farc el 4 de febrero de 2008. Pero acá viene lo bonito de este asunto, esa marcha terminó siendo un golpe de opinión para el presidente de turno y echarle la culpa al presidente vecino por el conflicto que se vive desde 1964 (Me remito a las Farc, no se me desvíe) ¿Donde quedó el real movimiento? No, porque en vez de cohesionar a la sociedad, esta se fragmentó aún más por tanto se habla de fracaso, de ver que una intención de querer unir a la sociedad no puede ser tiránica  no puede estar llena de déspotas que se crean, al ser seguidos por varios, los dueños de la verdad absoluta. 

Estamos ante una nueva tiranía que por lo menos hasta ahora no ha quemado al primero, pero sí que cada vez más fracciona el pensamiento, porque en el afán de parecer siempre políticamente correcto son capaces de justificarse en una mente abierta para cometer sendos atropellos al sentido común, a la lógica y al respeto sobre el semejante. Son esos nuevos tiranos, que no toleran al otro que no les siga el juego, no soportan esclarecer las ideas, porque está primero el quedar bien ante los demás que ante sí mismos. 

Como bien dije al inicio, no son las redes sociales...es el uso que se le dan a las mismas y con ello el nacimiento de nuevos demagogos los cuales piensan que desde una conexión a Internet es que el mundo es posible, que a través de un Smartphone se cambia el mundo, es irónico que se usen teléfonos inteligentes para escribir cosas que no le hacen honor a esa característica. Queda en sus manos y criterio propio asumir que las redes sociales son la nueva biblia o bien son espacios para interactuar sin sentir la necesidad de controlar la opinión del otro. 

Por tanto, esta frase "En el mundo existen dos clases de hombres: hombres inteligentes sin religión y ... que aquellos que buscan respuestas arrodillados y con los ojos cerrados" debe ser cambiada por "En el mundo existen dos clases de hombres: hombres inteligentes que viven la realidad y aquellos que buscan respuestas pegados a una red social"

1 comentario:

Quekan Brons dijo...

Cuando la idea era que la información se debería compartir más rápido, es en realidad la estupidez la que pasa de cabeza en cabeza a velocidades vertiginosas. Hay posibilidad de transmitir ideas pero no hay mucha producción de ideas.