martes, 2 de abril de 2013

Ideas sueltas.


Se escribe por presión de inspiración ajena y se vuelve a escribir a forma de liberarse de eso. ¿La falta de inspiración es control de otro? Puede ser, de la misma forma en que sirvió de inspiración en determinado momento, que cuando se va, se siente no tener nada que decir y la palabra vuelve a liberar. Esclavitud y libertad al mismo punto. Solo expresar.

Callarse y hablar pueden tener varios significados, se calla para no herir, se calla cuando nada queda por decir. Se habla para sanar y se habla para lastimar. Depende de la circunstancia, de lo que el momento de felicidad o amargura determine. Puedo callar para atarme a la respuesta de otra persona o para liberarme cuando sus palabras no hagan eco en mí. Puedo hablar para buscar que esa persona se sienta dueña de lo que hablo y puedo hablar para desprenderla por siempre y volver a hablar por mí mismo. La mesa está servida, las cartas echadas y las balas listas para suicidarse cuantas veces sea necesario y para volver a vivir.

El silencio puede hacer creer que el otro te lo inspira, puede servir también para decir que se prescindió de esa persona. Igual la palabra, esto se está tornando repetitivo. Pero ¿Qué no lo es en la vida? El mismo ciclo de nacer y morirse, de inhalar y exhalar, de comer y volver a tener hambre. ¿Cómo se le saca provecho a la repetición? Viviendo y pensando en que en medio de la repetición habrá siempre algo que sorprenda, en nueva forma, no en fondo. Ahí entenderá por qué con algunas personas sí y con otras no. Todas humanas, todas mortales, todas prescindibles.

No solo se es esclavo de lo que se dice, ni tampoco se es dueño de lo que se calla. Lo que dices te puede liberar y lo que callas lo hagas por miedo a una consecuencia nefasta. Todo puede cambiar, todo se puede voltear, son palabras al fin y al cabo, lo son todo para quien la crea y a la vez nada para quien sepa que le están mintiendo.

Se arrepiente de lo dicho porque no surtió efecto, se arrepiente de lo callado porque queda el “si hubiera” esto es así, una eterna jodedera entre lo que se desea y lo que se puede tener, entre lo que se tiene y luego se desea otra cosa. La libertad depende de eso, de lo que cada quien quiera creer lo que es sentirse libre, así sea en manos de alguien que viva haciéndole daño intencionalmente.

Lo importante es solo saberlo o creer que se sabe, igual en vivir se dan los aciertos y los errores. Hay errores que son agradecidos y aciertos que llegan a ser grandes desgracias, pero no se saben antes de…sino siempre después de. En el vivir, en el tirarse una y otra vez al abismo, así no haya nada abajo o puede que lo haya, lo único que sirve es tirarse.

Siempre habrá caídas, no siempre habrá levantadas. Lo importante es seguir jugando a simular la muerte en la decepción, en la alegría, en la felicidad, en el desespero. Hasta que aquellos momentos pasen a ser solamente ornamento de funeral, en ceniza al mar, en carne de gusanos y con suerte, en una lápida.

A fumar. 

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