Se escribe por presión de
inspiración ajena y se vuelve a escribir a forma de liberarse de eso. ¿La falta
de inspiración es control de otro? Puede ser, de la misma forma en que sirvió
de inspiración en determinado momento, que cuando se va, se siente no tener nada que
decir y la palabra vuelve a liberar. Esclavitud y libertad al mismo punto. Solo
expresar.
Callarse y hablar pueden tener
varios significados, se calla para no herir, se calla cuando nada queda por
decir. Se habla para sanar y se habla para lastimar. Depende de la circunstancia,
de lo que el momento de felicidad o amargura determine. Puedo callar para
atarme a la respuesta de otra persona o para liberarme cuando sus palabras no
hagan eco en mí. Puedo hablar para buscar que esa persona se sienta dueña de lo
que hablo y puedo hablar para desprenderla por siempre y volver a hablar por mí
mismo. La mesa está servida, las cartas echadas y las balas listas para
suicidarse cuantas veces sea necesario y para volver a vivir.
El silencio puede hacer creer que
el otro te lo inspira, puede servir también para decir que se prescindió de esa
persona. Igual la palabra, esto se está tornando repetitivo. Pero ¿Qué no lo es
en la vida? El mismo ciclo de nacer y morirse, de inhalar y exhalar, de comer y
volver a tener hambre. ¿Cómo se le saca provecho a la repetición? Viviendo y
pensando en que en medio de la repetición habrá siempre algo que sorprenda, en
nueva forma, no en fondo. Ahí entenderá por qué con algunas personas sí y con
otras no. Todas humanas, todas mortales, todas prescindibles.
No solo se es esclavo de lo que
se dice, ni tampoco se es dueño de lo que se calla. Lo que dices te puede
liberar y lo que callas lo hagas por miedo a una consecuencia nefasta. Todo
puede cambiar, todo se puede voltear, son palabras al fin y al cabo, lo son
todo para quien la crea y a la vez nada para quien sepa que le están mintiendo.
Se arrepiente de lo dicho porque
no surtió efecto, se arrepiente de lo callado porque queda el “si hubiera” esto
es así, una eterna jodedera entre lo que se desea y lo que se puede tener,
entre lo que se tiene y luego se desea otra cosa. La libertad depende de eso,
de lo que cada quien quiera creer lo que es sentirse libre, así sea en manos de
alguien que viva haciéndole daño intencionalmente.
Lo importante es solo saberlo o
creer que se sabe, igual en vivir se dan los aciertos y los errores. Hay errores
que son agradecidos y aciertos que llegan a ser grandes desgracias, pero no se
saben antes de…sino siempre después de. En el vivir, en el tirarse una y otra
vez al abismo, así no haya nada abajo o puede que lo haya, lo único que sirve
es tirarse.
Siempre habrá caídas, no siempre habrá
levantadas. Lo importante es seguir jugando a simular la muerte en la decepción,
en la alegría, en la felicidad, en el desespero. Hasta que aquellos momentos
pasen a ser solamente ornamento de funeral, en ceniza al mar, en carne de
gusanos y con suerte, en una lápida.
A fumar.
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