Sintiendo el aroma de viejos años, aquellos que vivió.
Sentía aquel olor, su aroma.
Esperando una fantasía menos real.
La imaginaba fuera de sí, como crear formas con las nubes.
Su tiempo era único, lo modificaba para sentirla.
No existía, pero quería creerlo, no era feliz, pero era soñador.
Dormía mirando a la pared, buscando dibujarla con la luz de la
luna.
Despertaba viendo como el sol la difuminaba al amanecer.
La inhalaba en medio de la contaminación.
La exhalaba en forma de humo tornasol.
Era su musa perdida en la fantasía.
Se aferraba a ella, a esa silueta.
No soltaba aquella violeta.
Sus palabras la evocaban.
Sus silencios la ausentaban.
Sus gritos la espantaban.
Su llanto la esperaba.
La muerte se la llevaba.
La vida aún no empezaba.
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